Ganar más no significa poder gastar más, la diferencia entre ganancias, liquidez y flujo de efectivo

 Carlos Luis Michel Fumero

"Los estados financieros, como el balance general, ayudan a tener un mejor entendimiento de sus recursos y planear mejor para tener un equilibrio entre sus ganancias y liquidez"

Digamos que cuentas con una empresa que recién comienza. Tus ventas van aumentando y decides gastar más en tus activos, por ejemplo, en tu flotilla. Por alguna razón, a pesar de tener grandes ganancias, notas que tienes problemas para saldar las deudas adquiridas con estos bienes para el corto y mediano plazo, por lo que tu negocio se ve afectado.

Este fenómeno es más común de lo que parece (y de lo que desearíamos todos) y tiene que ver con un flujo negativo de efectivo y una liquidez que, lejos de las apariencias, es prácticamente inexistente para los negocios, lo que nos habla de una mala salud financiera.

Los estados financieros como el balance general son un recurso vital para contar con información relevante sobre el estado de tus finanzas y cómo optimizarlas con base en decisiones informadas, así como para detectar y prevenir problemas.

El primer punto de análisis: el balance general.

De forma breve, el balance (también conocido como estado de situación financiera) es una herramienta que permite conocer los activos y pasivos de una empresa, lo que permite tener un panorama amplio en cuanto a la adquisición de bienes y servicios, inversiones y solicitudes de financiamiento.

Su objetivo es mostrar un diagnóstico específico sobre la salud financiera de una compañía y en este se incluyen los activos y pasivos totales, además del capital contable.

Este reporte financiero se realiza, regularmente, en un periodo de un año, aunque se recomienda realizarlos en periodos mensuales, trimestrales o semestrales, con el fin de tener información actualizada constantemente y tomar las acciones correctivas necesarias en el mejor momento.

Esto te permitirá conocer el valor de tus activos, el capital con el que dispones, los excesos o deficiencias de inventario, los fondos con los que cuentas, la solvencia del negocio y las deudas que se encuentran en la cartera de la empresa.

El reporte se divide en dos partes, primero se colocan los activos y después los pasivos, y el orden de cada uno de los componentes de ellos dependerá de su liquidez: de mayor a menor.

Al contrastarlo de esta forma, puedes planear para tener un equilibrio entre los activos y pasivos, es decir,para no caer en deudas imposibles de pagar, evitar el exceso de insumos y mantener un ritmo constante de crecimiento de la empresa, todo esto de la mano de la liquidez y el flujo de efectivo. Te recomendamos leer más sobre este estado aquí.

Una buena liquidez para mejorar las finanzas

La liquidez es la capacidad de un activo para convertirse en efectivo, sin ver afectaciones en su precio de mercado. En otras palabras, es la posibilidad de una empresa para disponer de efectivo ágilmente y solventar gastos inmediatos.

Conocer el nivel de liquidez de tu empresa no solo te permitirá conocer tu solvencia, sino también tus límites para crecer sin ponerte en riesgo. Además, te otorga la capacidad de analizar la eficiencia de conversión de las ventas en efectivo constante y sonante.

Para determinar el valor de la liquidez, es necesario conocer tres indicadores principales:

  • Índice de solvencia: También conocido como el capital de trabajo. Esta cifra permite medir la liquidez y se obtiene mediante la división de los activos corrientes (todo aquello que se convierte en efectivo en menos de doce meses) y los pasivos corrientes (deudas menores a un año).
  • Días de ventas pendientes de cobro (DSO o Days sales outstanding): Se trata del número de días que le toma a la empresa recolectar un pago después de que se realizó una venta.
  • Ciclo de conversión de efectivo (CCE): En este apartado, se toma en cuenta desde el momento en que se adquiere una materia prima hasta que se cobra por las ventas.

Con el uso de estos tres indicadores es posible conocer qué tan fácil es para la empresa realizar movimientos monetarios en periodos relativamente cortos de tiempo con cierta facilidad y sin ver afectaciones en sus finanzas. Esto tomando en cuenta los activos y pasivos del balance general.

Flujo de efectivo:

Cuando hablamos del flujo de efectivo nos referimos primordialmente a la entrada y la salida de dinero de una empresa. Conocer este dato es primordial para la operación correcta de una compañía, ya que está relacionado con los gastos diarios, impuestos, pagos de nómina, inventarios y otros gastos operativos.

Determinar el flujo de efectivo permite obtener detalles sobre la cantidad de dinero con la que se cuenta y en qué se está utilizando.

En este sentido, un flujo de efectivo positivo demuestra que la empresa tiene la capacidad de generar activos líquidos de fácil acceso, mientras que un flujo negativo denota problemas de solvencia.

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Carlos Luis Michel Fumero

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