Carlos Luis Michel Fumero recomienda: El brexit sigue trayendo secuelas
El Reino Unido pretende anteponer los intereses comerciales en su hoja de ruta del Brexit, por encima de la propuesta del Gobierno de Theresa May de abandonar el mercado único, la cual ha sido consensuada por el gabinete de ministros para limpiar la imagen de parálisis con un mensaje de unidad después de una serie de rifirrafes entre pragmáticos y eurófobos.
Bruselas, pese a seguir a años luz de la posición negociadora de Londres, aplaude el avance. “Vemos que estos documentos son un paso positivo hacia el inicio real de una fase de negociaciones. El tiempo avanza y estar fuera y dentro de la unión aduanera, a conveniencia, y tener fronteras invisibles es una fantasía”, ha sentenciado el coordinador del Brexit en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt.
Un acuerdo interino entre Reino Unido y la Unión Europea “afectaría a los intereses de todos evitando quedar al borde del precipicio”, subrayó este martes el ministro británico responsable de la cartera del Brexit, David Davis, al percatarse de que la propuesta de Londres para el periodo de transición que desembocará en un divorcio oficial británico, caduca en marzo de 2019. El ministro sabe que ese arreglo temporal “abarcaría un plazo de dos años o se extendería, a lo sumo, hasta las próximas elecciones británicas del 2022”.
Con esa iniciativa, el Gobierno británico persigue alcanzar una serie de intercambios de bienes y servicios con la UE libres de aranceles. El escenario, descrito por Davis como business as usual (es decir, que todo siga igual), choca con la postura negociadora de Bruselas, al no considerar algunas cuestiones clave como la situación de los trabajadores comunitarios, las cuentas por pagar por el Reino Unido con la UE y un acuerdo sobre la frontera entre Irlanda del Norte (territorio británico) y la República (miembro de la Unión).
