Así cambio nuestra vida con el Covid- 19

Llegó la pandemia y la vida personal y profesional se confinó en una misma caja: la casa. Para muchas personas, esto implicó un reto que aún hoy, 1 año después del inicio del COVID-19 al país, es difícil de manejar.

Estos cambios de estilo de vida pueden producir agotamiento, dificultades para conciliar el sueño y más; síntomas típicos del síndrome del burnout (o quemado): un trastorno similar a la ansiedad pero focalizado en el ámbito laboral.

“El burn-out (que se traduce como quemado) es un trastorno emocional muy parecido a la ansiedad, causado por el trabajo y el estilo de vida del trabajador. Hay empresas que son altamente estresantes, que el ambiente de trabajo no es bueno, pero cuando el trabajo se traslada a la casa, genera ansiedad porque no había planes de teletrabajo", explicó la psicóloga clínica y social, Yorelis Acosta, en una entrevista con Efecto Cocuyo

Al inicio de la emergencia sanitaria, los cambios para las personas se dieron violentamiente. Por tanto, muy pocas personas contaban con condiciones estructurales para trabajar desde casa, como una buena silla y servicio de internet. Y allí es donde empiezan a generarse incomodidades. 

Este contexto, planteó la necesidad de buscar maneras de organizar el tiempo para seguir haciendo vida normal en medio del caos. Sin embargo, para quienes tienen otras responsabilidades en casa, como es el caso de los padres y madres, implica un reto mayor. 

Aprender a leer al cuerpo

El síndrome del burn-out comparte síntomas físicos y psicológicos comunes en la ansiedad (estado mental caracterizado por la angustia). Sin embargo, se pueden manifestar de forma muy variada. Sentirse menos creativo o muy abrumado, cuestionarse habilidades propias, insomnioagotamiento, irritabilidad, frecuentar el “discurso de queja” y sentir cierto rechazo por el trabajo son algunas de las manifestaciones típicas. 

Debemos estar atento a las señales que te manda el cuerpo y la mente. Decir ‘no me puedo concentrar’. Y elementos parecidos dicen a la persona que hay una alteración psicológica.

Aquí te dejo algunas prácticas que pueden ser útiles para los trabajadores y padres, en función de afrontar la pandemia y no “quemarse” en el intento. Es importante establecer horarios, preparar el almuerzo temprano y luego sentarse a hacer el trabajo son algunos. De esa manera se pueden evitar las interrupciones durante el día, eludir las tareas simultáneas y cumplir con el horario de trabajo como cualquier día normal, además de no distraerse demasiado con tareas del hogar. 

También pueden incluir en su rutina tiempos de descanso en medio de las jornadas laborales, alguna actividad física u otra práctica que ayude a bajar la ansiedad, estirarse, ejercicios de respiración y cualquier otro ejercicio que ponga tu mente en otro espacio te ayudará. 

Responsabilidad compartida 

Para Elena Bazán, existe una responsabilidad compartida en términos de quién o qué genera el burnout. Si bien la exigencia laboral es en ocasiones “exagerada”, también las personas son responsables de llegar a ese punto. Puede ser un estado causado por el trabajo o por problemas personales. 

“Cuando comenzamos a identificar, porque hay focos rojos, y los ignoramos, ahí nos estamos equivocando. Entonces hay una responsabilidad compartida entre el patrón y el trabajador”, señaló Bazán.

Agregó que este año de pandemia, se ha comprobado que cada persona cumple muchos roles en diferentes contextos (colega, hermano o hermana, padre o madre, etc), por tanto, cuando no estamos emocionalmente equilibrados, se refleja en el trabajo.  

Acoplar la jornada a la vida

Para Bazán, la clave para ser productivo en este u otros contextos se resume en una palabra: límites. Acordar un horario laboral “coherente” y aclarar cuáles son las labores que corresponden es esencial para mantener límites sanos y ser productivos sin estresarse.

“Solamente, si sabes qué tienes que hacer, cuándo lo tienes que entregar y de qué manera, vas a ser productivo. (…) Eso es muy importante: no te pueden exigir algo que no está previamente acordado y eso es algo que pasa mucho en este teletrabajo”. 

El segundo límite aplica con nosotros mismos: respetar los horarios propios. Si tú contestas un mensaje de trabajo, una llamada o lo que sea a las diez de la noche mientras estás cenando con su familia, es tu error. No es tu jefe que te llama, eres tú qué no pones tus propios límites.  

Invertir en el espacio de trabajo también puede favorecer la productividad: una buena silla, mejores audífonos, decoración u otros elementos que faciliten la jornada y hagan sentir a la persona más cómoda. Además es importante que los jefes o directivos capaciten a su personal para trabajar desde casa. 



Consejos para líderes de equipo

Si ya el síndrome del burnout tocó la puerta y afecta la productividad, hay trabajo por hacer. Bazán recomendó desconectarse al 100%, tratar de buscar las causas, ya sea que se produzca por la dinámica laboral o dificultades personales, y pedir ayuda.   

“Tener burnout no significa que seas un mal empleado o un mal jefe, significa que estás pasando un momento complicado. A veces nos estigmatizamos mucho”. 

A pesar de todas estas adversidades el Covid-19 nos ha hecho más fuertes, por eso hoy te digo que para lograr el éxito hay que hacer lo que amamos!.

Carlos Luis Michel Fumero

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