Carlos Luis Michel Fumero: China y EEUU tienen diferencias arancelarias
El fracaso rotundo en las negociaciones entre China y EE.UU. dejan más que claro que el mundo se tiene que alistar para una nueva riña. Ésta pondrá a Norteamérica codo a codo contra un adversario que tiene claro no quiere conflictos, pero que tiene todo lo necesario para generarlo cuando le plazca.
EE.UU. señala a China de boicotear las negociaciones tras once sesiones de conversaciones. “Estados Unidos rompió sus promesas, fue insaciable en sus exigencias al pedir cosas que violan la soberanía china e insisten en mantener los aranceles sobre una amplia gama de productos”, afirmó el viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, al mostrar el libro blanco sobre las negociaciones.
Además, el ejecutivo manifestó que es “imposible” que la gestión de Donald Trump haga que China se deje presionar y ser víctima de fricciones comerciales.
El gobierno norteamericano aumenta la presión con sus propias empresas, como el caso de FedEx, a quien se le abrió una investigación para conocer su posible vinculación en el desvío de envíos destinados a Huawei, empresa de telecomunicaciones y tecnología sancionada.
Pero Pekín no da tregua alguna y mantiene firmemente su posición ante esta situación: “China no va a dar un paso atrás en cuestiones de principio. China no tiene intenciones de iniciar una guerra comercial, pero no le teme a ello y combatiría contra cualquier adversario, sólo si es realmente necesario”, asegura un libro blanco.
Tras no haber humo blanco de las negociaciones Estados Unidos incrementó hasta los 200.000 millones de dólares los aranceles a los productos chinos. En otras medidas, Pekín subió hasta los 60.000 millones de dólares en aranceles a los productos provenientes de la nación norteamericana.
Estas nuevas tasas arancelarias empezaron a aplicarse desde este el pasado 1 de junio, sin que los países mostrasen intención alguna en retomar el diálogo.
Esto va para largo, una vez más.