Iniciativas sobre Safety & Security en transporte


En un artículo anterior sobre este mismo tema, titulado Safety & Security para el transporte de mercancías, comentamos que, para la administración y prevención de riesgos, existen diversas iniciativas denominadas básicas, reactivas, proactivas y avanzadas. Esto parte de la base de que en las Cadenas de Suministro actuales, existen un conjunto de eslabones que integran los flujos de insumos y materiales desde los proveedores de los proveedores hasta la distribución de productos a los clientes de los clientes, pasando por los procesos logísticos de suministro, producción y distribución, para llegar al consumidor final.
Dichos eslabones, muestran diferentes grados de exposición a riesgos tales como:

1. Riesgos de desabasto

Comprende las interrupciones en los flujos normales de suministro de materias primas, insumos y de componentes necesarios para llevar a cabo los procesos productivos y de transformación.
Estas irrupciones, tienen diferentes causas, entre las que se cuentan los niveles de oferta y demanda; las cotizaciones internacionales de productos sujetos a las fuerzas del mercado; huelgas y manifestaciones sociales y, en general, la presencia de otros agentes externos que afecten los niveles de abasto proyectados.
También estos efectos indeseables pueden ocurrir cuando se presentan demandas extraordinarias de productos, mercancías o medicamentos, producto de fenómenos climáticos como huracanes, erupciones volcánicas o terremotos y actualmente, por la presencia de epidemias o pandemias, donde no es posible anticipar las reacciones del mercado.

2. Riesgos documentales y de trámites de comercio exterior

En el contexto actual del comercio internacional, caracterizado por la presencia de actividades ilícitas, acciones de piratería y el incremento del contrabando, los controles, requisitos y procedimientos establecidos por las autoridades aduaneras relacionados principalmente con temas de salud, inocuidad alimentaria, aspectos económicos, derechos de autor y seguridad interna entre otros -aplicables a los flujos de intercambio de mercancías-, son cada vez más estrictos y complejos.
Del mismo modo, cuando existen errores, omisiones y/o documentación soporte incompleta o apócrifa en los pedimentos de comercio exterior, se puede generar la imposición de sanciones pecuniarias hasta derivar en consecuencias de carácter penal para los casos de violaciones intencionales a la normatividad establecida o delitos en flagrancia.

3. Riesgos en almacenes e inventarios

Las mercancías son bienes sujetos a diversos tipos de manejo, maniobras de carga y descarga, acciones de conservación y de resguardo en instalaciones fijas, mientras realizan su tránsito entre el punto de producción y los puntos finales de consumo.
Estas actividades presentan una considerable exposición a ciertos riesgos como son: caducidades, daños en maniobras y manipulaciones, mermas, obsolescencia de inventarios, robo hormiga, variaciones de temperaturas en productos sensibles, incendios e inundaciones, entre muchos otros.
Así mismo, se pueden presentar diferencias importantes entre las existencias físicas contra las documentales, que, en la mayoría de los casos, pueden afectar de manera sensible los niveles de servicio al cliente.

4. Riesgos ordinarios de tránsito (ROT) 

En el traslado de productos terminados desde las factorías hacia los centros de distribución (CEDIS) y de éstos hacia los puntos de venta final, es común que se presenten los mayores retos en materia de seguridad, debido a la diversidad de canales y a la alta densidad económica de las mercancías y su fácil comercialización en el mercado negro.
Entre los principales riesgos están los accidentes de tránsito (marítimos, terrestres y aéreos), fenómenos naturales como caída de rayo, terremoto o inundación; movimientos sociales como bloqueos, huelgas y alborotos populares y, acciones ilícitas como robo y asalto.  


5. Riesgos por incumplimiento de contratos o pagos

  Es en las transacciones internacionales, dónde de manera más recurrente, se presenta una mayor exposición a este tipo de riesgos, debido a las distancias entre países y las diferencias idiomáticas y culturales, así como por discrepancias en cuanto a las condiciones contractuales pactadas, por aspectos de calidad o por características diferentes de las mercancías, como son presentaciones, empaques y embalajes, o bien por contenidos nutricionales y condiciones físicas fuera de norma, situaciones que pueden generar rechazos, devoluciones o reducción de los precios originalmente pactados.
Algunos de los productos más sensibles a este tipo de riesgos son los denominados perecederos debido a su limitada vida de anaquel, que, en el caso de productos agropecuarios, además están sujetos a cotizaciones internacionales variables, de acuerdo a la fluctuación de la oferta y la demanda y donde el productor siempre detenta la propiedad de las mercancías hasta que éstas son comercializadas, con lo que éste asume todos los riesgos asociados.

6. Riesgos tecnológicos

  En nuestra moderna sociedad altamente dependiente de las tecnologías de la información y las comunicaciones, son frecuentes los riesgos asociados a las interrupciones o mal funcionamiento de las redes virtuales, sin olvidar las intrusiones ilícitas o las fallas del suministro eléctrico. En ese sentido, las operaciones de comercio exterior denominadas “sin papeles” pueden verse afectadas por estos factores disruptivos.

Iniciativas para mejorar los niveles de seguridad   

Por todo lo anterior, un mayor conocimiento de los riesgos y de los niveles de exposición a ellos, por parte de las organizaciones, así como la adopción de protocolos de seguridad, contribuirán a una mejor planeación, adopción y aplicación de distintas medidas preventivas dentro de las cadenas de suministro. Entre las principales iniciativas que mencionamos, se cuentan:

Básicas: Medidas de seguridad física; seguridad personal; evaluaciones de riesgo estándar; seguridad informática básica; plan de continuidad general; protección a la carga.

Reactivas: Mayores esfuerzos dedicados a mejorar la seguridad; cumplimiento con programas como C-TPAT y FAST; análisis de la base de proveedores; plan de continuidad del suministro; entrenamiento limitado de personal; pago de multas y daños en caso de eventos disruptivos.

Proactivas: Designación de un director de seguridad corporativa; personal con experiencia militar o en inteligencia; evaluaciones amplias y formales de riesgos; seguridad informática avanzada y participación en comités sectoriales de seguridad para analizar problemáticas comunes.

Avanzadas: Amplia colaboración cliente/proveedor; aprendizaje del pasado; estrategia formal de seguridad; ejercicios y simulaciones para rápida reactivación del suministro; centros de control de emergencias.


El propósito de estas iniciativas es permitir que las organizaciones recuperen los niveles normales de operación de la Cadena de Suministro, ante la eventual presencia de un evento disruptivo, en el menor tiempo posible y al más bajo costo.
 Sergio García


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