Donald Trump y Xi Jinping vuelven a verse
Cuando EEUU y China anunciar estar listos "para buscar una solución aceptable para ambas partes”, en el marco de una reunión bilateral, quiere decir que algo se traen entre manos y, por ende, ni Donald Trump ni Xi Jinping van a querer salir ganando menos que su homónimo.
“China mantendrá la calma y la cabeza fría para poder sostener una actitud receptiva. Tanto a China como Estados Unidos les encantaría ver más comercio y cooperación bilateral”, dijo un alto miembro del gabinete chino.
Recordar a EE UU que, aunque estén dispuestos a negociar y abrir su economía, es un claro mensaje al mundo que China desea ser vista como la primera potencia económica a nivel mundial, como aseguró el lunes Xi. Pekín no se arrepiente de las maniobras realizaas para ser, hoy, la segunda economía mundial, a pesar de las numerosas acusaciones provenientes de Washington pensando en un potencial bloqueo al mercado internacional por "incumplimiento las leyes de propiedad intelectual", entre otras.
En pleno tira y encoge, ante las amenazas de Trump de sancionar el equivalente de 267.000 millones de dólares en productos chinos, mientras China ha respondido con tasas por 110.000 millones sobre importaciones estadounidenses—, ambas partes están condenadas a entenderse en materia de diplomacia y seguridad de alto nivel.
Según un comunicado emitido por el Departamento de Estado y de Defensa norteamericano, en el meeting van a estar el secretario de Estado, Mike Pompeo, el de Defensa, Jim Mattis y sus homólogos chino, Wei Fenghe y Yang Jiechi, ex ministro de Exteriores.
La reunión, que debió haberse llevado a cabo en octubre (fue pospuesta a petición de Washington por las tensiones en materia comercial), marcará en principio la nueva agenda económica en sus relaciones bilaterales, pero allana el camino a un encuentro pautado entre Trump y Xi en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) a finales del presente mes.