Carlos Luis Michel Fumero recomienda: Colombia tiene mucho trabajo por delante
Cuando han pasado 100 días del Gobierno del presidente de la República de Colombia, Iván Duque, muchos están a la expectativa sobre qué métodos se van a emplear para que la economía siga creciendo y que Colombia sea ese lugar deseado por inversionistas internacionales.
Para la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional, Fitac, la cual congrega a las principales Agencias de Carga, Agencias de Aduanas, Depósitos Aduaneros, Operadores de Transporte Multimodal (OTM), Usuarios Aduaneros Permanentes y Navieras, hay mesas de trabajo que deben contar, sí o sí, con la participación del propio Duque y sus principales miembros de su gabinete.
Es por ello que los sectores más importantes en la cadena del comercio exterior -transporte, aduana, almacenamiento y servicios- echan sus cartas sobre la mesa acerca de las necesidades más apremiantes para sí mismos, destacando la reducción de trámites, procesos, requisitos y otras formalidades que, gestión tras gestión, vienen mermando la generación de nuevos negocios y ahuyentando progresivamente a potenciales inversionistas extranjeros que, sin dudas, impulsarían al desarrollo económico de la región.
A través de testimonios, se busca aspirar a que Colombia cuente con una aduana principal moderna, dotada de tecnologías de primer nivel, que agilice procesos, que en la actualidad son altamente engorrosos, como lo son:
- La obligación de enviar en físico a la Dian las fotocopias de cada una de las declaraciones de importación establecida en la Resolución 46.
- La obligación de enviar en físico a la Dian las fotocopias de cada una de las declaraciones de importación establecida en la Resolución 46.
- La imposibilidad de generar el pago masivo de declaraciones en el sistema informático, lo cual acarrea pérdidas incalculables de tiempo. Se debe hacer tantas veces como declaraciones haya sobre la mesa.
- Extrema carencia automatización de procesos como las separaciones de bultos, plazos mayores en temporales, autorizaciones sin la Expo previa, prórrogas de almacenamiento en las aduanas, entre otras, que podrían ser por sistema con un simple clic. Todo se realiza manualmente, a sabiendas del margen de error que siempre genera el factor humano en este tipo de procesos.
El sistema aduanero colombiano requiere con premura el hallazgo de alternativas modernas y eficientes para acceder a nuevos mercados internacionales.