Logística, Interconectividad y el Internet Físico

A lo largo de diversos artículos publicados en esta columna, hemos explorado aplicaciones tecnológicas que han incidido de manera decisiva en el desarrollo de las prácticas logísticas a partir de la última década del siglo XX y las dos que hemos transitado en el nuevo milenio. De esta forma explicamos los enormes avances en el procesamiento y transmisión de la información, las comunicaciones remotas instantáneas, la incorporación de la electrónica en los vehículos de transporte, el uso del código de barras y el RFID para la identificación de productos y mercancías, la localización satelital y otras muchas innovaciones en la materia.

Más recientemente comentamos el surgimiento del Big Data y el Internet de las cosas, herramientas fundamentales para la planeación y la trazabilidad logística. Hoy, a punto de iniciar la tercera década del presente siglo, estamos frente a una iniciativa internacional que pretende por una parte hacer más rentable la práctica logística y por la otra, encontrar formas más eficientes para la sustentabilidad medioambiental, referida a la distribución de mercancías en el planeta.

El proyecto denominado “Physical Internet” (PI) propone un nuevo sistema que fomente la interconectividad física, digital y operacional a partir de que las mercancías sean gestionadas en una red de redes interconectadas para los objetos físicos y tangibles. El PI busca alcanzar el ideal de integrar un Sistema Logístico Avanzado Global Abierto (GOALS por sus siglas en inglés). El GOALS se fundamenta en la mencionada interconectividad física, digital y operacional, a través de la encapsulación de datos, interfaces proactivas y el diseño de protocolos, con el objetivo de mover, almacenar, localizar, proveer y usar objetos físicos a través del mundo de una manera económica, ambiental y socialmente eficiente y sostenible.

Su objetivo es fomentar una logística universal interconectada, especialmente diseñada para compartir recursos, gracias sobre todo al uso de unidades de carga standard, la identificación en tiempo real y la planificación de rutas a través de infraestructuras abiertas. La logística será entonces una sucesión de constantes cambios y modificaciones inherentes a los avances tecnológicos, al progreso de las infraestructuras y a la aparición de estándares que favorezcan la implantación de este denominado “Internet físico”.

El PI por lo tanto es un área que marcará el futuro desarrollo de la logística y definirá la trayectoria de las buenas prácticas en la materia. Los principales aspectos donde incidirá esta iniciativa son:

-Desarrollo de nuevos servicios dentro de la Cadena de Suministro.

-Innovadoras formas de logística colaborativa dentro de las cadenas de suministro globales, orientadas a alcanzar una alta calidad en el servicio al menor costo.

-Optimización de los procesos de transporte mejorando las capacidades de carga, gestión de embarques y drástica reducción de los viajes en vacío.

La primera etapa arrancará con un programa piloto en Europa, con participación de expertos de los Estados Unidos, orientada al sector de artículos de alto consumo, los cuales se caracterizan en altos requerimientos de volumen, compra frecuente y poca durabilidad. Uno de sus revolucionarios conceptos es el del manejo de contenedores modulares a los cuales se van acoplando diferentes objetos y mercancías para optimizar el espacio, al tiempo que sean ecológicos, inteligentes y estandarizados en todo el mundo.

Las empresas adoptarán metodologías encaminadas a desarrollar y evaluar soluciones para la logística interconectada en la cadena de suministro, especialmente dirigidas a satisfacer las necesidades de usuarios de gran consumo. Entre éstas se encuentran el diseño de un conjunto de contenedores ISO-modulares que permitan manejar diferentes tamaños de carga. La creación de un sistema digital que controle dichas unidades y el desarrollo de plataformas logísticas interconectadas que posibilite la reducción de costos y un importante abatimiento de las emisiones de CO2.

El objetivo es el desarrollo de una hoja de ruta que permita conseguir el GOALS hacia el 2030. Será la pauta para determinar los cambios necesarios para integrar el sistema de manera gradual, aprovechando los avances en interconectividad digital, física y operacional, así como las experiencias cotidianas de los distintos actores, bienes e infraestructuras.

La iniciativa cuenta con la participación de reconocidas empresas, universidades, centros tecnológicos y consultoras que operan a nivel global. El desarrollo del proyecto está coordinado por PTV Group en Alemania y cuenta con la participación de empresas como Procter&Gamble, Chep, Jan de Rijk Logistics o Poste Italiane; las Universidades de Graz, TU Berlin, Laval y Lausanne; los centros tecnológicos Ilim, Itene y Mines Paristech; y las consultoras Inception Consulting, Kirsen Global Security y Meware SRL.

En ese entorno que marcará seguramente las tendencias en la industria, nuestro país debe enfocar su desarrollo a la mejora sustantiva de sus sistemas de comunicación e integración digital; a la modernización efectiva de su infraestructura de conectividad, tanto en puertos, aeropuertos y sus sistemas ferroviario y carretero.

Entre los principales retos está el desarrollo del Sistema Nacional de Plataformas Logísticas planteado a inicios de 2013, el cual debiera ser considerado como de alta prioridad a fin de que se constituya una verdadera columna vertebral del transporte y la distribución colectiva de mercancías de manera económica y eficiente.

Así mismo será necesaria la configuración de políticas públicas que privilegien al transporte de mercancías sobre las tradicionales soluciones de tránsito en las grandes metrópolis. El automóvil y la movilidad privada, deben de dar paso a verdaderos sistemas de transportación colectiva eficientes y rentables como pueden ser los trenes interurbanos y de cercanías, así como los de largo recorrido.

El sueño de poder integrar un sistema de trenes de alta velocidad en tres rutas troncales: México-Querétaro; Querétaro-Monterrey y Querétaro-Guadalajara, podrían no solo aliviar las presiones sobre las carreteras y autopistas que comunican estas ciudades, sino que también permitirán aprovechar infraestructuras ociosas como el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro, al tiempo que constituyan una alternativa de menor costo frente al transporte aéreo, con lo cual se reducirían además, las necesidades de inversiones en estas instalaciones y se distribuiría de mejor manera la oferta de transporte de pasajeros, que hoy en día es dominada en un 98% por el autotransporte.

Escrito por Sergio García



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